El Ficus variegata es una planta de interior muy apreciada por su follaje llamativo y su fácil cuidado. Su combinación de hojas verdes y blancas crea un contraste visual muy atractivo que aporta elegancia y sofisticación a cualquier espacio.

Características Distintivas:

  • Follaje: Sus hojas son grandes, ovaladas y coriáceas. Lo más característico es su variegación, es decir, la presencia de manchas o patrones blancos irregulares en las hojas verdes.
     
  • Tasa de Crecimiento: Es una planta de crecimiento moderado, lo que la hace ideal para espacios de tamaño medio.
  • Tamaño: Puede alcanzar una altura considerable si se le proporciona el soporte adecuado.

Cuidados Esenciales:

  • Luz: Prefiere la luz brillante indirecta. Evita la exposición directa al sol, ya que puede quemar sus hojas. Un lugar cerca de una ventana orientada al este o al oeste 1 es ideal.  
  • Riego: El suelo debe mantenerse ligeramente húmedo, pero no encharcado. Riega cuando la capa superior del sustrato se seque.
  • Humedad: Le gusta un ambiente húmedo. Puedes aumentar la humedad ambiental pulverizando sus hojas regularmente o colocando la maceta sobre un plato con guijarros húmedos.
  • Temperatura: Prefiere temperaturas cálidas, entre 18 y 24°C. Evita las corrientes de aire frío.
  • Sustrato: Utiliza un sustrato bien drenado y rico en materia orgánica.
  • Abono: Aplica un fertilizante líquido para plantas de interior cada 15 días durante la primavera y el verano.