Lavanda: Una fragancia que enamora
La lavanda, perteneciente al género Lavandula, es un arbusto perenne de la familia de las lamiáceas. Originaria de la región mediterránea, se caracteriza por sus hojas estrechas y alargadas, de un color verde grisáceo, y sus espigas florales de color violeta o azul pálido, que desprenden un intenso aroma.
Características generales:
- Follaje: Hojas simples, opuestas, estrechas y alargadas, cubiertas de un fino vello que les confiere un tacto suave y un color grisáceo.
- Flores: Pequeñas, agrupadas en espigas densas, de color violeta, azul pálido o blanco. La floración se produce principalmente en verano.
- Aroma: Intenso y característico, floral y ligeramente herbáceo.
- Altura: Puede alcanzar entre 30 y 100 cm de altura, dependiendo de la variedad.
Cuidados básicos:
- Luz: La lavanda requiere una exposición solar plena para un buen desarrollo y floración.
- Suelo: Prefiere suelos bien drenados, ligeros y algo calcáreos.
- Riego: Moderado, evitando encharcamientos. Resiste bien la sequía.
- Poda: Se recomienda podar después de la floración para mantener la planta compacta y estimular la emisión de nuevos brotes.
- Rusticidad: Es una planta muy resistente al frío y a las altas temperaturas